3. Preparación del espresso:
Utiliza una máquina de espresso para extraer un shot perfecto, que debe tomar entre 25 y 30 segundos. El espresso debe tener una crema aterciopelada y de color dorado. Este es el corazón del cappuccino y aporta la intensidad necesaria para equilibrar la leche.
4. Espumar la leche:
Calienta la leche con la lanza de vapor de tu máquina, manteniendo una inclinación leve para crear un vórtice. El objetivo es lograr una microespuma sedosa y brillante, sin burbujas grandes. La temperatura ideal es de 65 °C, para no quemar los azúcares naturales de la leche.
5. Unión de sabores y texturas
Vierte lentamente la leche espumada sobre el espresso, comenzando desde el centro y moviéndote en círculos. Con un poco de práctica, puedes crear arte latte, como corazones o rosetas. Este detalle no solo eleva la presentación, sino también la experiencia sensorial.
6. Disfruta la perfección en cada sorbo
El cappuccino perfecto debe tener una proporción equilibrada entre espresso, leche vaporizada y espuma (1:1:1). Al beberlo, la mezcla de crema, dulzura de la leche y notas del café debe ofrecer un sabor armonioso, envolviendo el paladar.