El café de Maricela Esperón
Historia
Maricela esperón
La estirpe mazateca, un grupo indígena del norte de Oaxaca, corre por las venas de Maricela Esperón Dorantes, una productora y empresaria de 35 años, que se asienta en La Cañada, Oaxaca.
El pasado de Maricela está marcado por un episodio que se remonta a su infancia, cuando su abuelo se negó a heredar la finca familiar a su padre, Miguel Esperón, por tener descendientes mujeres. Sin embargo, ella logró revertir la historia y ahora, junto a su papá y hermano, es copropietaria de 8 terrenos, que suman 6 hectáreas y donde produce este excepcional café.
La productora encarna a una mujer carismática, fuerte, resistente, que nada contra la corriente, lo que se evidencia en su decisión de producir cafés naturales en una región donde la gran mayoría de los caficultores optan por el proceso lavado, debido a las noches frías y las frecuentes lluvias que se registran durante la estación seca.
Ella proviene de una cuna cafetera. Su abuelo era cafeticultor y propietario de algunos terrenos, que de acuerdo con la tradición mazateca, debían ser heredados al hijo menor, en este caso, a Miguel Esperón (padre de Maricela). Sin embargo, su antecesor decide romper esta regla porque la descendencia de Miguel correspondía a dos mujeres: Maricela y Liliana, su hermana.
revelación
Años después, Maricela, fruto de la unión entre Macaria Dorantes y Miguel, demostraría que su condición de fémina no era una obstáculo para destacarse en el mundo del café.
Desde muy joven, la caficultora emigró varias veces a Ciudad de México, y posteriormente a Puebla, en busca de mejores oportunidades laborales. Tiempo después, el estado de salud de su padre la llevó a retornar a su ciudad natal: Santa María La Asunción, ubicada en la Sierra Mazateca Alta, en Oaxaca, donde empezó a trabajar en las parcelas que sus padres adquirieron durante varios años de trabajo.
La productora se desenvolvió en distintos trabajos, pero al final regresó a sus raíces: la cafeticultura. Actualmente, ella y su padre son propietarios de 8 parcelas (Río Lombriz, Barranca Seca, El Sótano, Piedra Ancha, Agua Hierba Santa, Boca del Palo y La Raya, Agua de Guate), que suman cerca de 6 hectáreas, donde germina un café especial y de altura, con atributos únicos que ha sacado del anonimato a esta mujer menuda y poderosa.
Maricela y su familia se adentran en los espesos cafetales; que están a alturas entre los 900 y 1.400 m s.n.m, la mayor parte de su tiempo. En sus huertos de café se erigen árboles maderables y frutales, como el cuajinicuil (guamo), roble, cedro, mandarina, entre otros, que proporcionan sombra y comparten espacio con los cafetos, en los conocidos sistemas agroforestales, brindando beneficios ambientales, como la protección y conservación de la biodiversidad.
En los cafetales se pueden hallar variedades tradicionales como el Mundo Novo, Bourbon, Caturra y Typica. De esta última tiene un vivero de cerca de 7 mil plantas, tras ser una de las especies más amenazadas por la roya.