En las fértiles tierras de Los Altos de Chiapas nace Sakubel, un café que rinde homenaje a cada amanecer y al incansable espíritu de los caficultores y caficultoras tseltales; quienes a diario asumen el reto de cuidar sus cultivos, arar la tierra y vigilar sus territorios.
La caficultura de Los Altos es especial, porque aún conserva prácticas tradicionales como los policultivos, donde los cafetos reciben la sombra y protección de otras especies de árboles. Estos sistemas ancestrales han mostrado una mayor resiliencia frente a enfermedades como la roya, promueven la conservación de la biodiversidad y ofrecen servicios ambientales que sostienen económicamente a los indígenas que custodian estos ecosistemas agroecológicos.
Sakubel da una taza con fragancia a frutos secos, azúcar de caña y manzana. Predominan los sabores piloncillo y lima; con acidez baja, cuerpo cremoso y retrogusto a caramelo.