Al norte de Oaxaca, se despliega la Sierra Mazateca, un paisaje pintoresco y majestuoso donde las montañas y la vegetación emergen y desaparecen a través de las espesas capas de neblina. Esta región, escasamente habitada por descendientes del pueblo mazateco, está colmada de un ambiente tropical, exuberante y fresco que ha propiciado el crecimiento de uno de los cafés más demandados en México.
La conexión entre el pueblo mazateco y la tierra es tan profunda, que ha evitado una modificación agresiva del paisaje por parte de la actividad agrícola y la intervención del hombre. La resistencia de los y las indígenas se sigue demostrando en sus modelos de producción alimentaria, que rescatan los saberes y la cosmovisión de sus ancestros.
Niebla Alta ofrece una taza con fragancia a caramelo y jarabe de maple. Predominan los sabores afrutados y a nuez; con un cítrico delicado, cuerpo mantequilloso y retrogusto a canela.